La protección de datos personales es un tema crucial en la sociedad actual, especialmente en el contexto de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Las denuncias presentadas por ciudadanos, como recibir llamadas no deseadas o enfrentarse a reportes erróneos de obligaciones, destacan la necesidad de abordar estos desafíos de manera efectiva.
Desde la perspectiva de la relatora de la ONU para el derecho a la privacidad, Ana Brian Nougreres, la falta de claridad sobre los derechos de privacidad puede contribuir al subregistro y a una baja tasa de denuncias. La educación y la concientización son fundamentales para empoderar a las personas en el manejo adecuado de sus datos, reduciendo así el riesgo de discriminación o estafas.
La responsabilidad recae no solo en los individuos, sino también en las empresas y organizaciones que recopilan información. La falta de regulación y la disparidad entre las normas y la práctica aumentan el riesgo de un uso inadecuado de la información. En este sentido, el fortalecimiento de la protección de datos desde la perspectiva ciudadana es esencial para generar confianza en el tratamiento adecuado de la información personal.
Colombia enfrenta el desafío de pasar de una protección formal a una efectiva, donde las entidades responsables cumplan sus deberes legales. Además, se destaca la oportunidad de aprovechar la información de manera responsable para impulsar el desarrollo social y económico, especialmente en la creación de tecnología.
La clave está en equilibrar la innovación, especialmente en áreas como la inteligencia artificial, con la protección de la privacidad. El gerenciamiento del consentimiento de los titulares de datos es esencial para evitar situaciones de discriminación o vulnerabilidad.
En el evento de conmemoración del Día Internacional de la Protección de Datos Personales, se reunirán expertos internacionales para abordar estos temas y promover el conocimiento sobre la importancia de la privacidad en la era digital. La participación activa de la sociedad y la colaboración entre países son fundamentales para abordar estos desafíos y garantizar un uso ético y responsable de las TIC.